jueves, 1 de febrero de 2018

¿Cuando toca liberalizar las profesiones sanitarias?

Los Consejos Generales de Profesiones Sanitarias (Medicina, Farmacia y Enfermería) de nuestro país, plantean que los requisitos que se exigen en el ámbito sanitario para el acceso a determinadas profesiones no puedan interpretarse como restricciones al ejercicio profesional, sino como medidas de protección para los pacientes, destinatarios de los actos profesionales. Las profesiones tradicionales citadas tiemblan ante el conocido "test de proporcionalidad" que, tarde o temprano, se aplicará en la Unión Europea.  Básicamente, la UE pretende que no haya discriminación injustificada entre profesionales de los diferentes países miembros, debido a condiciones de acceso leoninas impuestas por algunos territorios en un exceso de celo, o bien, de recelo. Aquí no estamos diciendo que se vaya a ejercer la Medicina sin el correspondiente título homologado, No. Para la UE, una regulación excesiva de las profesiones, incluyendo las sanitarias, puede tener “efectos negativos y a varios niveles en la economía”, con un impacto sustancial en la competitividad, la libre circulación de profesionales  y un incremento de las cargas burocráticas (ver aquí). Lo que no parece razonable es que, por ej, un médico que ejerce su profesión en su país, tenga problemas para ejercerla en otro país europeo. Los servicios profesionales de dudosa calidad acaba por expulsarlos el propio mercado.

 Los servicios sanitarios españoles aún tienen altas barreras de entrada. Tales servicios comprenden diversas actividades profesionales multidisciplinares que pueden ser ejercidas por titulados no médicos, pero se les impide su regulación y pleno acceso, estando formados y capacitados para ello.   A profesionales como biólogos y químicos, se les imposibilita regular su ejercicio profesional en Genética, Reproducción asistida, Salud pública, Nutrición, Farmacología e Investigación sanitaria. Entre los casos tan clamorosos como frustantes, los biólogos llevamos más de 30 años de ejercicio profesional en Genética clínica, Reproducción humana y Salud pública, habiendo sido pioneros en la implantación de estas Unidades en el sistema sanitario público. Y mientras que en la UE están reguladas muchas de estas especialidades, en España, No. ¿Es que los gobernantes PP-PSOE no han tenido tiempo en 30 años para regularlas?  Las graves consecuencias de estas barreras de acceso para los biólogos, y su devastador efecto dominó, son múltiples: menor retribución que los demás especialistas, carrera profesional vetada, limitación a la movilidad laboral, exclusión del registro de profesionales sanitarios, invisibilidad y falta de reconocimiento profesional, especialidad sanitaria no regulada (sin BIR), etc. Así que a nosotros, los biólogos, que no nos cuenten milongas.

Algunos intentan vendernos su elixir profesional

Además, en la UE existen titulaciones académicas sanitarias que no tienen su equivalente en España, y que no pueden obtener un reconocimiento profesional en nuestro país, porque encima hay que pasar por el embudo de la ordenación de las titulaciones tradicionales (LOPS), cuyos colectivos se aferran a su estatus preconstitucional, cuidando que nadie les coma su parte del pastel (presupuestario, dotación de plazas, competencia, reputación profesional...). Lo dejaron "todo atado, y muy bien atado", de tal forma que desde esa gloriosa etapa predemocrática, nadie ha podido franquear el muro profesional que las titulaciones sanitarias clásicas diseñaron a su medida en la Sanidad pública. Ni os cuento el calvario que pasaron los Psicólogos clínicos para llegar hasta donde están. O la odisea para localizar en el sistema público a Podólogos, Logopedas, Ópticos, Dietistas, Biólogos, Bioquímicos...  Y ahora con Europa, se les está aflojando el elastiquillo de los calzones y las bragas. A los Farmacéuticos les produce zozobra que se puedan vender medicamentos "sin receta" fuera de la botica. En la reforma italiana, eso mismo ha servido para crear múltiples empleos a jóvenes farmacéuticos que ni en sus mejores sueños veían posible ejercer su profesión sin la titularidad de una oficina de Farmacia (Leer informe Bersani). En España, como no puede ser de otra manera, somos imbatibles y no hay que cambiar nada. La profesión enfermera desconfía de que los titulados legalmente establecidos en otros países miembros (incluso extracomunitarios), puedan desfavorecer a su profesión. Recordemos que los estudiantes de Enfermería en Francia no está incluidos en el sistema universitario. En Alemania la formación se realiza a través de escuelas no universitarias. Y por ello ¿en esos países hacen peor su trabajo? Para nada. Es cierto que a nadie le gusta que le igualen a la baja. Aunque como contrapunto otros podrían alegar que hay sobrecualificación (grado+EIR) cuyos sobrecostes son insostenibles e innecesarios para las funciones efectivamente desempeñadas. Pero ese es otro debate.

   En las alegaciones que hacen esos colectivos sanitarios,  ahora en el punto de mira, apelan a que los países deben disponer de cierto margen de maniobra para garantizar sus políticas de salud y el grado de protección de la salud pública que quieran establecer en sus territorios. Ya han conseguido de la Comisión Europea del Mercado Interior (IMCO) que se les reconozca su naturaleza especial y su régimen diferenciado, pero ¡cuidado! sin excluir a las profesiones sanitarias del test. Las negociaciones continúan. Para ellos, liberalizar profesiones sería sinónimo de falta de garantías, desprotección de los pacientes y despojar a los países de su competencia para regular las profesiones. Y por el mar corre la liebre, y por el monte la sardina, tralará....

Reformas europeas provocan en ciertas profesiones una bajada de pantalones

El test de proporcionalidad es una herramienta para armonizar la forma en que se justifica la regulación en los diferentes países, ya que no es aceptable el escenario actual de mantener las condiciones de regulación de numerosas profesiones por una cierta tradición o sin la debida argumentación, bloqueando a otras (Más aquí). Se seguirá una metodología común a escala europea para evaluar la necesidad y la proporcionalidad de las reglamentaciones nacionales en las profesiones. Y lo que se pretende es mejorar el acceso a una profesión regulada y su ejercicio, garantizando a la vez, una mayor posibilidad de elección para los consumidores (ampliar aquí). Si comparamos otros sectores muy regulados en España, veremos que ninguna Ingeniería está considerada como profesión regulada en Francia, pese a que en el país vecino existe un alto nivel de regulación de los servicios profesionales. ¿A qué a nadie se le ocurre pensar que los ingenieros franceses son peores que los españoles?. Pues para las profesiones sanitarias, pasa algo parecido. Compañer@s, no se trata de desregular sino de regular mejor y con la máxima transparencia. 

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