jueves, 1 de junio de 2017

Natas, espumas y mucílagos en las aguas de nuestras playas

    Recordando la escena del baño con espuma protagonizada por Peter Sellers en la película "el guateque" de Blake Edwards, me ha sugerido entrar en el debate sobre el estado de nuestras playas. Que si la arena es de obra (cantera de río), que si los equipamientos son insuficientes, que si no funcionan la duchas... pulsar aquí. Un tema reincidente es la aparición de "natas" superficiales en el agua que ofrecen una mala imagen para el turismo. Sobre el origen de este fenómeno existen diferentes hipótesis y ha sido ampliamente estudiado por científicos de distintos países. En ocasiones se intenta relacionar este problema con el déficit de saneamiento de los municipios. Depende, aunque no es una explicación definitiva. Recordemos que aún hay municipios malagueños sin saneamiento integral y a otros se les han quedado pequeñas las depuradoras. Ahora bien no se entiende muy bien la manía que tienen algunos en utilizar las natas como pretexto para reclamar la finalización del saneamiento integral pendiente en el litoral malagueño. Esto tendrá que resolverse, con natas o sin ellas. Se acaba por confundir al público sobre la comprensión de este problema. La política tiene, entre otras, esas ocurrencias. 

Fiesta de la espuma con Peter Sellers en El guateque (Blake Edwards)

   Hay estudios que han analizado la composición de las natas, y algunos periodistas se atreven a sacar conclusiones sobre el problema. Por ejemplo, si en un momento dado la fracción inorgánica de la nata es del 80%, la conclusión es el origen natural (geología local) de la nata y no de la actividad humana. Confunden composición y origen, y haya paz y después gloria. Simplificar no es distorsionar el mensaje. El análisis cuantitativo de las natas es insuficiente para conocer cómo se forman. De acuerdo con las investigaciones científicas, no hay un único tipo de nata, su mecanismo de formación y composición difieren por zonas y por épocas del año. Como hemos señalado es un fenómeno que se puede asociar tanto a actividades humanas (tráfico marítimo, aceites, cremas, fallos depuración...) como naturales (descomposición algas), y a una mezcla de ambas, provocando agregados que se visualizan en forma de natas y sustancias de aspecto pegajoso. Todo ello con la participación de vientos, corrientes y otros factores oceanográficos. Es cierto que cuando aparecen junto a las natas, sustancias oleosas, preservativos, compresas y otros residuos domésticos, todo hace pensar en vertidos accidentales o fallos en la depuración de las aguas residuales. Por tanto no hay una única causa. Generalmente en un 5% de la composición suelen encontrarse hidrocarburos (presumiblemente procedentes del tráfico marítimo), bacterias, materia orgánica en descomposición, aceites solares, que consiguen unirse entre sí para formar capas de suciedad visibles al ojo humano. Habrá que ver en cada caso de que se trata, y en que medida afectan a la salud, porque al malestar lo tenemos claro.
    Lo ideal sería que Universidades y centros de investigación abran alguna línea de trabajo con garantías de continuidad, medios y recursos adecuados, que posibilite caracterizar el fenómeno en diferentes épocas y lugares, en lugar de análisis puntuales que aportarán datos de interés en su justo valor. Diversas investigaciones apuntan hacia el papel predominante de las algas diatomeas en la aparición de este fenómeno, en conjunción con varios factores ambientales. En efecto, las algas liberan polisacáridos que sirven de pegamento entre los compuestos en suspensión. En fin, que la parte inorgánica de las natas en una determinada cantidad, momento y lugar, no descarta el papel de la flora biológica ni la contribución de la actividad humana en la formación de estas capas en la superficie del agua marina. Recordemos que algunos compuestos inorgánicos están presentes en fracciones cercanas al 30% en detergentes domésticos. Quizás no lleguemos a esclarecer un único factor desencadenante, pero siempre es preferible que la información ofrecida por la prensa sea gourmet, que de rancho.