lunes, 31 de octubre de 2016

Ahogamientos en piscinas de uso colectivo

Durante el verano del presente año 2016 se han disparado las muertes por ahogamiento en España aumentando un 32% con respecto al año anterior, mientras que en Andalucía han supuesto un incremento del 25%. Mayoritariamente estas muertes ocurren en las playas marítimas, y en menor medida en piscinas recreativas. Los perfiles de las víctimas y los mecanismos causales difieren en ambos tipos de ambientes acuáticos. Con el propósito de comprender mejor el riesgo de ahogamiento en piscinas de uso colectivo y proponer medidas para reducir las tasas de morbimortalidad, realizamos un estudio basado en fuentes judiciales que ha sido publicado recientemente en la Revista Andaluza de Medicina del Deporte de la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía. Podéis leerlo accediendo por aquí.

  Imagen. Existen circunstancias que condicionan una vigilancia eficaz del socorrista

   Los ahogamientos representan una de las principales causas de mortalidad externa a nivel mundial. El objetivo del estudio fue conocer las características del proceso de ahogamiento y su conexión con las condiciones de seguridad de las piscinas de uso colectivo. Se empleó un diseño observacional descriptivo utilizando datos de fuentes judiciales con emplazamiento en la población española durante 2000-2015. Se investigaron datos socio-demográficos, tipos de instalaciones, actividad previa que realizaba la víctima, factores de riesgo y la causa principal del suceso lesivo. Los resultados mostraron un total de 56 ahogamientos en piscinas, de los que 49 fallecieron. El 76,8% eran varones, el 71,4% menores de edad y el grupo más vulnerable (32,4%) fue el de 5-10 años. El 37,5% de las víctimas no sabía nadar y el 60,7% no estaban solas. Los sucesos se localizaron más habitualmente en piscinas municipales (46,4%). Entre las causas más frecuentes de ahogamiento destacaron la culpa in vigilando del socorrista (19,64%), una deficiente supervisión del niño por un adulto (17,86%) y la conducta imprudente de la víctima (14,29%). Se identificaron factores de riesgo relacionados con deficiencias o ausencia de medidas pasivas: barreras de protección del vaso (7,1%), equipamientos de salvamento acuático (7,1%), visibilidad de la zona de baño (3,6%) y toma de aspiración de agua desprotegida (1,8%). Llegamos a la conclusión de que los ahogamientos continúan siendo una importante causa de mortalidad en piscinas de uso colectivo. Para reducir las tasas de ahogamiento y evitar una devaluación de las condiciones de seguridad que malogren los objetivos preventivos, es preciso cumplir rigurosamente las normas reglamentarias de piscinas y diseñar estrategias de intervención específicas.