martes, 26 de febrero de 2019

No te vayas de resbalón en la piscina

   Vamos a aparcar la función reivindicativa de las últimas entradas (tendremos tiempo de volver sobre nuestros pasos), y regresamos a la faceta investigadora de nuestra actividad profesional, compartiendo con los lectores un artículo que hemos publicado en la revista euroamericana de ciencias del deporte. La investigación se centra en explorar los mecanismos causales y factores de riesgo involucrados en las lesiones provocadas por resbalamientos en piscinas. Los espacios acuáticos de uso colectivo son objeto de intervención en los programas públicos de salud ambiental, por tratarse de lugares no exentos de peligros para la salud individual y colectiva. Las caídas por resbalones son uno de los tipos de sucesos más habituales que pueden ocasionar lesiones traumáticas graves. Como consecuencia, tienen un elevado coste social y serias repercusiones para la salud de las víctimas. Pensamos que es un trabajo que facilita la comprensión del riesgo de resbalarse y ayuda a diseñar intervenciones para reducir la morbimortalidad en instalaciones acuáticas de ocio.

    Se realizó un estudio de tipo descriptivo con naturaleza exploratoria a partir de fuentes judiciales con emplazamiento en la población española para el período 2000-2015. El mecanismo causal más habitual fue la caída al mismo nivel (79,2%) inducida por un resbalón cuando el sujeto caminaba (65,6%) sobre un suelo resbaladizo (35,2%) en presencia de agua (64,8%), siendo el andén que circunda el vaso la localización más citada (19,2%). Los resbalamientos son prevenibles y la aplicación efectiva de normas internacionales (UNE, DIN) sobre superficies resistentes al deslizamiento puede dotar mayores garantías para la protección de la salud de los usuarios.

   Pese a las limitaciones impuestas por las singulares características de la unidad de estudio, basada en casos judiciales y no en fuentes epidemiológicas, queremos destacar el esfuerzo ímprobo que hemos realizado todo el equipo de investigación. Si atendemos a la dimensión temporal del estudio, puede verse que hemos revisado 15 años de pronunciamientos judiciales en esta materia, que nos ofrece una visión muy certera de los mecanismos causales involucrados en este tipo de incidentes. Todo ese arsenal informativo atestigua una elevada litigiosidad, que debería servir para que las autoridades sanitarias y organismos reguladores tomen medidas por la vía de modificaciones legislativas, orientadas a ofrecer mejores garantías en las condiciones de seguridad de las piscinas.
   
   Como dato llamativo y reflejo de la propia idiosincrasia judicial, destacamos como una víctima con la misma lesión que otra tiene diferente resultado indemnizatorio, llegando a ser muy dispar según cambien los fundamentos normativos, siendo los más citados el código civil, la ley de procedimiento administrativo y la de consumidores y usuarios. 

  Estos sucesos lesivos no deberían mostrarse como "anécdotas", banalizando las condiciones de seguridad que deben reunir las piscinas. Viene a colación que el pasado 19 de febrero se produjo una intoxicación masiva por una fuga de cloro que afectó a 19 menores en una piscina municipal de Torremolinos. Y ante la gravedad de los hechos, los medios de comunicación lo califican como anécdota y que todo quedó en un susto. Vamos a ver si es una anécdota o una irresponsabilidad, pues habrá que ver si es un error humano o una falta de procedimientos de seguridad de almacenamiento, manipulación y control de productos químicos, un diseño deficiente de la instalación, nivel de capacitación de los operarios, idoneidad de medios y recursos, etc. Nosotros dedicamos un trabajo de investigación a este asunto y, pronosticamos lo que ahora se confirma. Es justo decir que la piscina viene funcionando sin problemas, pero cuando manejamos productos químicos peligrosos, no podemos permitirnos fallos. A los familiares, les recomendamos que vigilen la evolución de la salud de sus hijas, pues hay investigaciones que han documentado la aparición a largo plazo de efectos crónicos como reacciones asmáticas, hipersensibilidad bronquial o función pulmonar reducida por la exposición al cloro en episodios accidentales del pasado.  

   No queremos desaprovechar la ocasión para reconocer las valiosas contribuciones que Marta Padilla ha aportado a la investigación desde Canadá, hoy flamante Premio Nacional de Ingeniería (para que luego digan que no es cosa de chicas!), reconocimiento que seguro le hacía ilusión haberlo recogido de las manos de nuestro entrañable Ministro Pedro Duque. Para terminar esta entrada con una nota divertida, y a propósito de los astronautas, aquí os muestro unas fotos de nuestro paso por la ciudad del espacio en Toulouse, donde se me ve haciendo un ejercicio contorsionista para acomodarme dentro de la nave espacial Soyuz y luego, adentrándonos por la estación soviética MIR, la que fuera precursora de la actual ISS (estación espacial internacional).

 Estación Mir                                                     Nave Soyuz