jueves, 18 de junio de 2015

Condiciones sanitarias y de seguridad en proyectos de construcción de piscinas

Con la llegada del verano, recuperamos una entrada sobre piscinas de uso colectivo traducida al español. Se trata de un artículo publicado en el año 2011 por la revista seguridad y medio ambiente de la Fundación Mapfre, que viene bien para refrescarnos y tomar conciencia sobre los problemas de accidentes y lesiones producidos en piscinas. Para leerlo completo, pulsa aquí.
El resumen es el que sigue: Los problemas de accidentes y lesiones en las piscinas tienen un notable interés científico y del público en general. Hay suficientes evidencias epidemiológicas que muestran la existencia de una correlación entre agentes contaminantes presentes en el agua con la transmisión de enfermedades, así como la aparición de lesiones de tipo traumático. Nuestro propósito fue examinar el nivel de cumplimiento de los proyectos de construcción de piscinas conforme al Decreto 23/1999 (reglamento sanitario de piscinas de uso colectivo de Andalucía). También se examinó si las desviaciones normativas estaban relacionadas con la clase de requisitos sanitarios.
Material y método: Durante el año 2010 se estudiaron 30 proyectos de piscinas en municipios de la Costa del Sol (Málaga) con motivo del trámite de licencia municipal. Se elaboró una lista de chequeo con los requisitos del reglamento sanitario de piscinas. Se hizo un análisis crítico de las deficiencias encontradas, calculando la proporción y distribución de incumplimientos. Una test chi-cuadrado de Pearson se utilizó para evaluar la relación entre la gravedad de los incumplimientos y cuatro categorías de requisitos.
Resultados: Se detectaron 515 incumplimientos normativos (361 leves y 154 graves), correspondiendo un 49,13% al grupo de requisitos de diseño de la zona de baño, tratamiento y depuración del agua (26,79%), servicios e higiene (16,89%); vigilancia y usuarios (7,18%). Las deficiencias más notables fueron: carencia de material antideslizante específico para superficies de tránsito con agentes resbaladizos a pie desnudo; falta de ayudas técnicas para personas discapacitadas, inadecuada protección de los puntos de succión o atrapamiento, dosificadores químicos no automáticos, filtros mal dimensionados. El test chi-cuadrado mostró diferencias significativas (x2 = 19,93; p = 0,0002) entre el tipo de infracción y la categoría de requisitos sanitarios.
Conclusiones: Las piscinas proyectadas mostraron un pobre nivel de cumplimiento del reglamento sanitario, en aspectos directamente relacionados con la seguridad y salud de los usuarios. Destacamos la importancia en salud pública de incrementar la vigilancia y control de piscinas en la fase de proyecto como etapa clave para minimizar los riesgos. Para evitar inconsistencias en la redacción de proyectos y su correcta ejecución, debería ahondarse en el desarrollo de una cultura interpretativa orientada a la selección cualitativa de las normas técnicas que complementen al Reglamento Sanitario, por identificarse en las mismas una ayuda indispensable de los criterios técnicos de valoración.