lunes, 20 de abril de 2020

Estudios genéticos y COVID19

   Con la llegada del post-confinamiento y mientras los políticos de todo signo de las CC.AA. empiezan a prepararse para pedir rescates (y cuanta más pastuki mejor para que así les luzca el pelo), vamos a dedicar esta entrada a arrojar algo de luz sobre la contribución de los biólogos especialistas en Genética a responder a la pregunta del porqué el virus SARS-CoV-2, conocido popularmente por COVID19 (término por el que se conoce la enfermedad que produce),  provoca respuestas tan diferentes en las personas. Sobra decir que el enfoque de los estudios no tienen porqué ser exclusivamente genético, puesto que otros factores están igualmente implicados como, por ejemplo, los estilos de vida (obesidad, dietas, tabaco, alcohol...).
   Aunque no soy Genetista, pero sí soy Biólogo, tengo una formación académica importante en esta materia, que al menos me permite dar una opinión fundamentada. En particular cursé dos troncales en 3º y 4º curso, monográficas de Genética General y Especial, a lo que se pueden añadir otras troncales especializadas de Biología Molecular (donde Quica enseñaba las bases del PCR) y Microbiología especial (Virología e Inmunología), ya en 5º de carrera. Es decir, que soy biólogo más de bata que de bota, aunque hoy día cabe hablar de biólogos de data y corbata. Dicho esto, no pretendo profundizar técnicamente para aburrir a los lectores del blog, al contrario, simplificar el mensaje para que sea comprensible por el público general y los estudiantes. Por consiguiente no hablaremos de proteasas, telómeros, alelos, locus, nucleótidos, adeninas, dismorfologías ni operones, sálvase el que pueda.

Doble hélice de ADN, la molécula con las instrucciones genéticas de la vida

   Los estudios genéticos que el gobierno impulsará son fundamentales para la toma de decisiones en el desconfinamiento, pero sobre todo para establecer las políticas de salud pública venideras, pues las que hasta ahora tenían las CC.AA., se han limitado a publicar una Ley de Salud Pública sin desarrollar, y con los profesionales de la salud pública haciendo encaje de bolillos para sacar su trabajo adelante.
   Por un lado, los estudios que se pongan en marcha permitirán conocer el nivel de riesgo que tiene una determinada persona y sus familiares, lo que ayudará a decidir sobre su ingreso hospitalario o permanecer en su hogar monitorizados con un seguimiento activo. Por tanto, al margen de la predisposición que tengamos a desarrollar la enfermedad, los resultados de estas investigaciones facilitarán poner en marcha estrategias epidemiológicas para el confinamiento selectivo de determinados grupos de población. Quiere esto decir, que la desescalada o vuelta a la normalidad (si es que cabe este término), debe estar respaldada por estudios técnicos de soporte a la toma de decisión política. Insistimos que la decisión es política y no científica, por mucho que nos quieran hacer ver lo contrario (leer más aquí).
   De otra parte, la secuenciación del genoma completo (material hereditario de una persona) para detectar algún polimorfismo (variantes de una secuencia génica), permite saber la susceptibilidad de un individuo a desarrollar la enfermedad de modo más severo en unas áreas geográficas que en otras, y en definitiva, saber si un individuo forma parte del grupo de población que queremos proteger. Esto es, conoceremos si los marcadores genéticos encontrados son característicos de nuestro país o bien están diferenciados geográficamente.
  Las investigaciones genéticas abren la puerta para localizar marcadores de expresión génica que hacen que unos individuos sean asintomáticos y cuántos otros estarán en riesgo grave. Obviamente, los estudios servirán para orientar en el tratamiento que reciba el paciente frente al Covid19, es decir, si los biomarcadores de una persona responden mejor que los de otra a un determinado tratamiento.

Ilustración del virus SARS-CoV-2 con su envoltura lipoproteica que lo hace más peligroso

   Desde el punto de vista de la sanidad ambiental, que es donde realmente me encuadro profesionalmente, es interesante decir que la información genética de cada persona y su interacción con el medio ambiente puede condicionar la predisposición que tengamos frente a la infección vírica, hasta el punto de que la respuesta de cada persona sea distinta frente al Covid19 en lugares más polucionados frente a ambientes saludables. 
   También hay que destacar la importancia de los estudios para identificar la capacidad de respuesta inmunológica frente a la infección vírica, de ahí la conveniencia de hacer test masivos de anticuerpos. Estos estudios son irrenunciables para tomar decisiones con fundamento. La presencia de inmunoglobulinas IgM y IgG, nos indicará si hemos superado la infección o si estamos en períodos ventana en la fase temprana del contagio. En fin, nuestros colegas nos irán contando, a ver por donde sale todo esto. Mientras tanto, paciencia y a seguir todo lo bien que se pueda.
   Para concluir os dejo un enlace sobre una iniciativa llamada Covid19 Host Genetics que no es más que una plataforma internacional colaborativa, coordinada por la bióloga Anna Planas Obradors, para contribuir al conocimiento global de la Biología de la infección y enfermedad producida por el virus de moda.